café recién molido, bollería hojaldrada, tostadas con pan
Cafe de día
Un espacio pensado para disfrutar cada momento: del primer café al último brindis.
En la Pomona, todo está diseñado para que te sientas a gusto, desde la música y la luz hasta cada plato que servimos. Creemos en las cosas bien hechas, sin prisas y con cariño. En la calidad de los ingredientes, en el cuidado por los detalles y en el placer de compartir.
Por las mañanas, la barra se llena de aromas: café recién molido, bollería hojaldrada, tostadas con pan de verdad.
A mediodía, la cocina toma el protagonismo con una carta pequeña pero muy pensada, donde cada receta tiene un guiño a lo local y a lo inesperado.
Vinos selectos, raciones gourmet, sabores para compartir
Vino de noche
Y al atardecer, las copas tintinean entre charlas, risas y buenos vinos.
La Pomona es chiquita, sí. Pero con alma.
Una esquina donde quedarse, donde volver, donde cada momento tiene su lugar.
Gracias por estar del otro lado, incluso antes de abrir la puerta.
Nos llena de alegría compartir que La Pomona ha recibido un Solete Repsol. Este reconocimiento refleja el cariño con el que trabajamos cada día, la selección cuidada de nuestros productos y el compromiso con una cocina que respira autenticidad.
Gracias por confiar en nosotros, por llenar nuestras mesas, por cada sobremesa compartida y por hacer de este lugar un pequeño refugio de sabor.
Seguiremos cocinando con la misma pasión… y un poquito más de ilusión.
¡Gracias por acompañarnos en este camino tan especial!